El monóxido de carbono (CO) es un gas venenoso, producto de la combustión incompleta de carbono que ocurre como resultado de actividades humanas o naturales. Este gas es incoloro e inodoro, lo que provoca mayor dificultad para identificar su presencia alrededor nuestro. Asimismo, puede causar enfermedades repentinas e incluso la muerte.
Una persona que sufre una intoxicación provocada por monóxido de carbono puede presentar síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad, náusea y vómito, pulso rápido y visión alterada. De igual forma, en el caso de síntomas severos se puede presentar desmayos, confusión, latido irregular del corazón, coma, insuficiencia respiratoria e infarto.
Es importante tomar las debidas precauciones al utilizar distintos dispositivos como las estufas de gas o generadores eléctricos. Conozca qué debe hacer para protegerse y qué acciones podrían poner en riesgo su vida.